
Ángel Di María ha realizado unas interesantes
revelaciones en una entrevista a ‘Olé’. La primera, que el Real Madrid
envió una carta a la Federación Argentina para que no jugara la final
del Mundial. “La realidad es como me llegó, la carta la rompí. Llegó el
mismo día de la final. Y decía que la Selección Argentina se tenía que
hacer cargo de todo lo que me pudiese pasar, porque por esa lesión yo no
podía jugar esa final. Me la dio el doctor, la leí y la tiré… Ahí mismo
fui a hablar con Don Julio Grondona. Le pregunté si
había algún problema. El me miró y me dijo: “Nene, si vos quieres jugar,
juega. Nosotros nos hacemos cargo”. Entonces lo busqué a Alejandro Sabella
y me puse a disposición. “Si me quieres poner, ponme. Haz lo que sea
mejor para el equipo”. Y él decidió lo que le parecía correcto.
El argentino también confiesa cómo está viviendo su etapa en el Manchester United. “Empecé bien, con goles y asistencias. Estaba pasando un buen momento, hasta que quedé afuera. Es un poco difícil explicar por qué no juego. Aunque no porque haya costado mucha plata tenía que jugar de titular”. “Arranqué en una posición, jugué arriba con Rooney, volví al medio, por izquierda… Aunque siempre digo lo mismo: con Sabella estaba en un lugar, ahora con el Tata en otro. Yo sólo quiero jugar. Venía jugando, había terminado el Mundial llegando a la final, había terminado bárbaro en el Real. Fue difícil: se me hizo muy difícil ser suplente”.
Esta situación le tiene incómodo, “a mí, a mi familia. Porque no sale todo como quiero, porque no juego… Porque vas con una intención y terminás en el banco. Es difícil de contar qué sentís ahí”. Pero no piensa en irse, porque “no soy de pensar así. En el Madrid hubo momentos en los que me chiflaba todo el estadio pero di la cara y al final lo di vuelta. Me gusta enfrentar las cosas cuando la mano viene cruzada. Demostrar lo que hago hace varios años”.
El argentino también confiesa cómo está viviendo su etapa en el Manchester United. “Empecé bien, con goles y asistencias. Estaba pasando un buen momento, hasta que quedé afuera. Es un poco difícil explicar por qué no juego. Aunque no porque haya costado mucha plata tenía que jugar de titular”. “Arranqué en una posición, jugué arriba con Rooney, volví al medio, por izquierda… Aunque siempre digo lo mismo: con Sabella estaba en un lugar, ahora con el Tata en otro. Yo sólo quiero jugar. Venía jugando, había terminado el Mundial llegando a la final, había terminado bárbaro en el Real. Fue difícil: se me hizo muy difícil ser suplente”.
Esta situación le tiene incómodo, “a mí, a mi familia. Porque no sale todo como quiero, porque no juego… Porque vas con una intención y terminás en el banco. Es difícil de contar qué sentís ahí”. Pero no piensa en irse, porque “no soy de pensar así. En el Madrid hubo momentos en los que me chiflaba todo el estadio pero di la cara y al final lo di vuelta. Me gusta enfrentar las cosas cuando la mano viene cruzada. Demostrar lo que hago hace varios años”.
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